Por Angela M. Henao F. 

Irán protagonizó ayer el inicio de la conferencia de no proliferación nuclear de la ONU, que arrancó ante la expectativa de un inminente acuerdo entre Washington con Teherán, pero con fuertes dudas sobre el compromiso de las potencias atómicas con el desarme.

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, han expresado que se está más cerca que nunca de conseguir un acuerdo completo entre ambos países. Y han defendido esta iniciativa asegurando que de llegar a buen término con los acuerdos el mundo será más seguro.

Sin embargo, a pesar de la aparente euforia del mundo por estos acuerdos, analistas internacionales y lideres alrededor del mundo se muestran preocupados ante este viraje de la política exterior de los EE.UU frente a Irán y de las grandes repercusiones que este hipotético acuerdo tendría en las relaciones entre EE.UU con Israel.

Históricamente EE.UU e Israel han sido aliados política y militarmente, e Israel ha sido el principal contrapeso en oriente medio frente a grupos radicales islamistas y antidemocráticos.

Preocupa entonces que EE.UU pueda perder a su principal aliado en oriente medio y más ahora, cuando grupos como el E.I y Hezbolá, siguen amenazando la seguridad del mundo.

Ante el protagonismo de Iran  el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró este sus críticas al pacto y afirmó que seguirá presionando al Gobierno de EEUU para que busque un “mejor” acuerdo.