Hace noticia en La Hora de la Verdad, Fernando Vargas Quemba, director del Comité Nacional de Víctimas de la guerrilla, quien habló sobre el nombramiento de Giovanni Álvarez Santoyo como fiscal de la Justicia Especial para la Paz.

Explicó que Álvarez Santoyo enfrenta una denuncia por haber manipulado las pruebas en la condena contra dos pilotos de las Fuerza Aérea por el bombardeo en Santo Domingo, Arauca, en 1998, y no solo él sino otro de los magistrados que componen el tribunal de la JEP.

Agregó que son los mismos pilotos los que también han denunciado las irregularidades de su caso. Primero no se trató de una bomba racimo, también hay afirmaciones de que el caserío estaba intacto y de repente explota el camión, pero ahí no había miembros del Ejército, sino que llegaron después de la explosión.

Vargas Quemba también explicó que inmediatamente de la explosión se recoge la evidencia, pero  “luego viene un desorden terrible”. Agregó que no hubo un levantamiento de cadáveres, además comenzaron aparecer en otros municipios, ninguno murió por bala y solo se presentaron seis esquirlas.

Las investigaciones arrojaron que correspondían a una bomba casera y no una bomba de la Fuerza Aérea. Luego la Procuraduría interviene en el caso e incluyó nuevas pruebas cuando ya las autoridades habían revisado toda la zona durante tres días.

Aunque esas pruebas sí eran dispositivos de la Fuerza Aérea, no fueron usadas en los hechos, además los informes dejaron claros que no fue encontrado ningún elemento en el camión que explotó.

Recalcó que el nuevo fiscal de la JEP, Giovanni Álvarez Santoyo, está inmiscuido en esta manipulación de pruebas y que debería declararse impedido para atender casos contra miembros de las Fuerza Pública.