Cuando hablamos de la educación de los colombianos, nos metemos una de esas mentiras fenomenales con las que estamos acostumbrados últimamente a convivir. La mentira es que el problema de la educación es un problema con fleco, es un problema sindical y que se arregla el problema con Fecode y poniendo a Fecode a trabajar. Lo tenemos todo listo. No nos metamos mentiras, no seamos ingenuos, no seamos tontos. Tenemos que educar a los niños de Colombia y a los jóvenes de Colombia para la competencia fenomenal que hay en el mundo de nuestro tiempo. Nuestros hijos, nuestros nietos, no están compitiendo ni van a competir con el niño del pupitre vecino, no se hagan esa ilusión. Ni van a competir con los niños de otras ciudades. No van a competir con los niños del mundo entero. Y los niños del mundo entero nos llevan una ventaja inmensa, porque allá en todos los países han entendido lo que significa la educación…