Hace noticia en La Hora de la Verdad, Samuel Hoyos,  representante a la Cámara y nuevamente candidato por el Centro Democrático #103, quien habló sobre su candidatura y los problemas de Bogotá.

Hoyos expresó que está trabajando incansablemente, recorriendo las localidades de toda la ciudad, haciendo la campaña en la calle y también usando una herramienta indispensable como las redes sociales. Agregó que está recogiendo las inquietudes de la gente, los policías retirados, los jóvenes en las universidades.

El representante Hoyos también recalcó que de acuerdo a sus recorridos por la ciudad, lo que más le afecta a los ciudadanos es la inseguridad, y el problema del microtráfico se ha convertido en el primer generador de inseguridad en la ciudad. Este tema tiene a los habitantes de Bogotá intranquilos; saben que la justicia no opera en Colombia y que el Gobierno es permisivo con las organizaciones criminales.

Explicó que la seguridad es fundamental para garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos. “Es la base de una sociedad civilizada”, dijo.  Frente al tema del narcotráfico, afirmó que al aumentar los cultivos a 200.000 hectáreas, aumenta la producción y la mayoría de esa producción se está quedando para consumo interno.

Según cifras de la Fiscalía General de la Nación, existen 63 organizaciones dedicadas al microtráfico en Bogotá y muchos de los miembros de estas organizaciones son disidentes del Acuerdo con las FARC. Estas bandas operan en 83 colegios y 23 universidades, además obtienen ingresos de unos 400.000 millones de pesos al año, además la edad de consumo está por los 14 años. “Estamos perdiendo toda una generación en manos de la droga”.

Aseveró que la efectividad de la Policía Nacional no ha sido muy buena, al parecer por una falta de engranaje entre esa institución y el Distrito, además no hay Fiscalía, ni Medicina Legal ni juzgados en las localidades para que esos casos sean juzgados de manera rápida y eficiente. Agregó que esos criminales deben ser acusados de homicidio porque le acaban la vida a los niños, y no solo por tráfico de estupefacientes.