La famosa Ley de Financiamiento que se presentó el día de ayer en el Congreso de la República deja a las claras unos hechos que hemos venido afirmando desde hace rato y en los que el Gobierno del presidente Duque ha sido tan extraordinariamente parco. Lo primero es que Juan Manuel Santos dejó un país en ruina, porque si bien se ven las cosas, la crisis no era de 14 billones de pesos como ahora se dice, que se tapan en nuestro juicio y en gran parte de tan mala manera como lo vamos a expresar, sino que era de 25 billones. La diferencia es que se encontraron con un mundo de billones de pesos simplemente posponiendo el pago de unas obligaciones que hay que pagar. Cuando uno logra que el acreedor le un placito no es que uno se haya ganado el dinero del plazo, es que tiene que pagar intereses, y es que le dan un respiro mientras logra hacer un negocio o acomodarse de alguna manera para pagar más adelante lo que ahora no paga, pero no se trata de un hallazgo(…) Pero eso significa que el año entrante vamos a estar más comprometidos (…) De manera pues, que quedamos enfrentados a 14 billones de pesos…