Averiguar cuál va ser el destino de estas malhadadas conversaciones de la Habana, no basta con escuchar los discursos oportunistas del presidente Santos, quien tiene jugadas todas sus cartas políticas a la suerte del proceso y como el proceso no va para ninguna parte por lo menos hay que anunciarlo, hay que repetirlo, por lo menos hay que intentar sacarle dividendos a una ilusión fallida; como esas ilusiones de los que sacan concejos del cubilete, hay que crear la ilusión. El presidente Santos insiste en que  ya están arreglados los grandes temas con las FARC, insiste en decir en que las tres quintas partes de las negociaciones quedaron atrás, las FARC insisten en decir que sobre esas tres quintas partes no les faltan sino 29 puntos en los que dejaron salvedades que no han empezado a tratarse…