Hace noticia en La Hora de la Verdad, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, quien habló sobre la caída de la producción de petróleo en el país para el mes de mayo que alcanzó 851.000 barriles por día, mostrando una caída del 5,6% frente a este mismo mes en 2016, cuando se producían 904.000 barriles por día. 

“Infortunadamente la cifra de mayo solo corrobora que cuando uno no siembra, no cosecha”, expresó Lloreda y agregó que  en lo que va de año van 0 kilómetros de sísmica, la única que se está desarrollando es la que se hace costa afuera. La sísmica es muy importante por ésta es la ecografía que se hace para determinar dónde puede haber petróleo. “Estamos recogiendo los no frutos de la falta de exploración”. 

Francisco José Lloreda explicó que en el año 2013 se estaban explorando 131 pozos, el año pasado fueron 25 y para este año se proyectan 50 pozos, pero recalcó que es factible que no sea así, además se necesitan por lo menos 200 pozos al año porque la probabilidad de encontrar hidrocarburos en casa pozo es solo del 10% o 15%.  También aseveró que la exportación petrolera en el país ha caído en casi el 50%

El presidente de la Asociación de Petróleo también dijo que se ve una caída de la inversión en la industria petrolera, pues pasó 8.000 millones de dólares en 2013 a 2.200 millones de dólares el año pasado. Recalcó que en todo el mundo la inversión se redujo un 25%, debido a la caída internacional del precio del petróleo, pero en Colombia disminuyó en un 70%. Las empresas han dicho que se invertirán 400.000 millones de pesos este año. 

En cuanto a  las consultas populares, explicó que en este momento hay 22 iniciativas de consultas populares que podrían detener la producción de unos 120.000 barriles y frenar 13 proyectos exploratorios que en principio deben empezar este año.  Agregó que los yacimientos de petróleo no distinguen entre el espacio geo-político colombiano, entonces estas disputas podrían frenar por completo la actividad petrolera del país. 

Lloreda afirmó que estas consultas son absurdas  y que un recurso estratégico de la nación no puede estar pasando por resoluciones excluyentes de carácter local. Afirmó que también hay ambientalistas extremos que se oponen a la explotación petrolera, pero que disfrutan los beneficios terrenales del petróleo a diario, y también hay sectores sociales, aliados con las FARC, que buscan acabar con la industria petrolera en Colombia.