Sepp Blatter anunció que dejará el cargo de Presidente de FIFA para que se puedan implementar reformas urgentes que necesita la institución, que se encuentra envuelta en un escándalo de sobornos y corrupción.

Blatter estaba siendo presionado para dejar su cargo desde el miércoles pasado cuando EE.UU inició una cruzada transnacional para perseguir la supuesta corrupción que involucra a varios miembros del órgano rector del fútbol mundial, FIFA .

La Fiscal estadounidense Loretta Lynch reveló que a la FIFA y a sus dirigentes se les acusa de lavado de dinero, crimen organizado y 45 delitos más, entre ellos cobrar y pagar “sistemáticamente” sobornos y comisiones por US$150 millones.

Las repercusiones de este escándalo que mancha al deporte más popular del planeta alcanzaron también a la política y la diplomacia internacional.

La cruzada de la fiscal Lynch en contra de la corrupción en el fútbol, ya ha sido fuertemente criticada por Vladimir Putin, quien no ha dudado en calificar esta investigación como una maniobra de Washington para sustituir a Blatter y colocar al frente de la FIFA a un dirigente de su agrado.

Además, el líder ruso acusó a EEUU de pretender imponer sus leyes a otros países y de querer sabotear la asignación de las sedes de los próximos mundiales, que se llevarán a cabo en Rusia y en Qatar.

Este escandaloso incendio, está lejos de apagarse. La Interpol emitió hace muy poco alertas rojas contra 6 personas vinculadas a la FIFA, entre ellas varios directivos latinoamericanos.