WASHINGTON – Decenas de personas intentaron entregarse ayer a las autoridades de la ciudad de Durham, Carolina del Norte, afirmando haber participado en el derribamiento de una estatua de un soldado confederado esta semana, hecho por el cual varias personas habían sido detenidas con anterioridad. Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump generó nueva controversia hablando sobre los daños causados a las “bellísimas” estatuas confederadas.