El nunca bien ponderado de la Parapolítica se basó en que todo encuentro sostenido entre un político en ejercicio y un miembro de la autodefensa tenía por objeto crear esos grupos de autodefensas, defenderlos y recibir de ellos apoyo armado a la hora de las elecciones. Esa era la tesis, prueba ninguna, valía simplemente la presencia de un Pitirry de esos que habrá para todos, como lo dijo Mario Uribe Escobar y asunto concluido. Ya con la existencia del contacto, del acercamiento, de la reunión, con cualquier propósito que hubiera sido la gente se iba para la cárcel…