Tal vez pueda sorprenderse algún oyente al escuchar un editorial periodístico que no trata el caso de Aida Merlano, pero para serles francos, para hablarles con entera franqueza, con entera claridad, nos importa una higa el caso de Aida Merlano. Lo que está en juego en este momento es el país, su porvenir, su futuro, por eso no entendemos, ni entenderemos jamás, por qué se hizo tan pobre presentación de un acontecimiento tan extraordinaria significación; es el compromiso solemne de crear un millón cien mil empleos en dos años, el compromiso solemne de aumentar las exportaciones en 10 mil millones de dólares, lo que no soluciona el problema cambiario, pero sí lo hace por lo menos manejable. Son compromisos gigantescos, enormes, resultado de conversaciones continuas entre la personas que en el Gobierno tiene mayor voluntad y capacidad ejecutiva que es la señora vicepresidente Marta Lucía Ramírez de Rincón, son todos elementos para que ese acto del Teatro Colón fuera aquel respecto al cual se estuvieran girando todas las conversaciones en el país…