El Presidente en Caldono hizo lo que tenía que hacer, porque someterse al ludibrio, al escarnio, que le tenían preparado en la plaza pública era imposible. Él representa la majestad de la República, él significa la soberanía nacional, es un poder simbólico, pero de una enorme significación política y moral. El Presidente de la República no puede someterse a esa forma de irrespeto a que iba a ser sometido en la plaza pública de Caldono, sin perjuicio de que quisieran matarlo, eso es perfectamente posible; ahí están metidos los de las FARC y están metidos los narcotraficantes, eso es un revoltijo de las peores cosas que están pasando en Colombia. Desgraciadamente, tenemos que decirlo, lo que pasó en Caldono era perfectamente previsible, nosotros lo dijimos acá…