La Democracia que no puede ser, alcaldes

Queridos amigos, las llamadas protestas de ayer no se ínsita para hacer con ustedes algunas reflexiones elementales. Todo el mundo repite que la gente tiene derecho a la protesta. Nadie lo niega, proteste. Protestar es uno de los elementos claves de una democracia activa. La gente puede estar de acuerdo o en desacuerdo con ciertas cosas y puede levantar su voz. Si puede hacerse oír, eso está perfecto. Pero, y ¿qué pasa con los derechos de los demás? El derecho es un orden de conducta sin interferencia intersubjetiva. Eso no lo saben muchos y les resulta muy complicado. Pero no, el objeto del derecho es la conducta humana y es el efecto que las conductas humanas producen sobre las conductas de los demás. Por eso el derecho es siempre interferencia intersubjetiva. El derecho mío en relación con el derecho de los demás, hasta dónde llegan mis derechos, hasta dónde empiezan los derechos de los demás. Yo soy libre, pero no soy libre de dañar al otro…

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