Hemos dicho varias veces en La Hora de la Verdad, queridos oyentes, que Gustavo Petro es un rufián, y para que no haya dudas decimos que no nos referimos a la primera de las acepciones que la palabra tiene como hombre que trafica con prostituta, eso no lo hemos dicho jamás, pero sí que es un granuja, un hombre vil y despreciable que vive de engañar o estafar porque eso es lo que ha hecho Gustavo Petro toda la vida, engañar y estafar al pueblo colombiano, a la gente de bien. Él viene de ser un guerrillero que, para su fortuna o para desventura del país, no lo sé, estaba preso, metido en una cárcel, por la comisión de un delito, cuando asaltaron el Palacio de Justicia en una operación que él conocía y de la que no ha contado lo suficiente. Y era una operación que cumplía el M19, sus compañeros, las personas con quien estaba en eso que llaman la lucha y los combatientes, los que la practican, sino que desde la cárcel estaba dedicado a estos asuntos, pero digamos que eran ellos los que atracaban, con la plata de de Pablo Escobar, porque ese es el nivel moral de Gustavo Petro…