El Ejército de Colombia no está cumpliendo con su tarea. Y no nos referimos al caso episódico de Conejo en La Guajira, donde los militares se replegaron en el acto más vergonzoso que pueda recordarse, para permitir que guerrilleros vinieran desde la serranía del Perijá o desde Venezuela, donde se hospedan cómodamente para hacer una demostración de fuerza y para notificarle al país quien manda en La Guajira y quien va a mandar en toda la república. Este es solo un episodio. Lo cierto es que el ejército nacional en todo el territorio esta replegado, está en los cuarteles.