Por: Roberto Mora S

La noticia internacional de hoy tiene que ver con Brasil, donde el Presidente interino de la Cámara de Diputados Waldir Maranhao   decidió declarar nula la sesión de los días 15, 16 y 17 de abril, en la que el pleno de la cámara baja votó a favor del juicio de destitución de Dilma Rouseff  por una amplia mayoría de 367 a favor, 137 en contra y 7 abstenciones.

Como hemos informado en la Hora de La Verdad, el proceso de destitución debe aprobarse en la Cámara baja con una mayoría de dos tercios de los 513 diputados que conforman esa corporación y debe pasar luego al Senado para que decida por mayoría simple sobre el inicio formal del juicio.

La decisión del diputado Maranhao se adopta a tan solo 48 horas de  la fecha prevista para que comience la votación en el Senado, y se basa en un presunto prejuzgamiento de los diputados, al haber anunciado públicamente sus votos antes de oír a la defensa. Esta presunta irregularidad fue denunciada por el  Abogado General del Estado, José Eduardo Cardozo, quien vendría a ser el equivalente a nuestro Procurador General de la Nación.  No sobra aclarar que el Señor Cardozo, pertenece al Partido de los Trabajadores, el mismo partido de la Presidenta, y ocupó el cargo de Ministro de Justicia hasta febrero de este año.

La crisis política de Brasil se ha convertido en una verdadera telenovela. El anterior presidente de la Camara Baja  Eduardo Cunha, quien inició el proceso de destitución de Dilma Rousseff fue destituido por Supremo Tribunal Federal por cargos de corrupción, por lo cual debió asumir en interinidad Maranhao, quien ahora anula la sesión. Por su parte el Senado ha anunciado que no acatará la decisión de este último, y seguirá adelante con la votación mañana miércoles a las 9:00 a.m.  Los expertos consultados por diferentes medios de comunicación difieren sobre la validez de la decisión de Cunha. Este enfrentamiento institucional será dirimido por el Supremo Tribunal Federal.

La crisis política del gigante sudamericano, quinto a nivel mundial tanto en extensión (con 8.5 millones de kilómetros cuadrados)  como en población (con 200 millones de habitantes) se suma a la crisis económica que sufre desde Dos Mil Catorce. En Dos Mil Quince su economía se contrajo en 3.8% y el banco BBVA pronostica que la tendencia negativa se mantendrá en 2016 con una caída del 3.0%.

Triste panorama para un país que hasta haca menos de una década fue una de las estrellas en el firmamento de los mercados emergentes durante el boom de las materias primas auspiciado por la demanda China.