WASHINGTON – Fuertes críticas surgieron el fin de semana contra el Alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, y contra el presidente Barack Obama por haber permitido con sus actitudes que creciese la furia nacional contra la policía, llevando al asesinado el fin de semana en Brooklyn de dos agentes que se encontraban en su vehículo. El asesino, Ismaaiyl Brinsley, afro-americano, se habría quitado la vida minutos después en una estación de metro, no sin antes haber afirmado que asesinaría a dos “cerdos” en venganza por la muerte por ahogamiento de Eric Garner. Varios policías le habrían dado la espalda al alcalde de Blasio cuando éste llegó al hospital para conocer la suerte de los agentes asesinados a bala.