A MARCHAR

Por: Fernando Londoño Hoyos

¡Cuántas veces nos preguntamos lo que podíamos hacer por esta Patria, la nuestra, la única que tenemos! Pues algo tan simple como marchar, como lo haremos este sábado próximo 2 de abril. Así de sencillo.

Vamos a marchar porque nos condenaron a cuatro años de mentiras con el cuento de la paz. Lejos de paz, lo que tenemos es el mar de coca en que vivimos, casi 160.000 hectáreas. Como nunca. Eso significa por lo menos 600 toneladas de cocaína que valen, puestas en la frontera o junto al mar, treinta billones de pesos, tres veces lo que ganan todos los bancos que trabajan en el país. Eso fue lo que nos hicieron: enriquecer fabulosamente esta pandilla de bellacos.

Vamos a marchar, porque nos robaron la mayor bonanza económica que tuvo Colombia en su historia. Multiplique el millón de barriles diarios que el Presidente Uribe dejó instalados, por más de cien dólares el valor de la unidad y tiene cerca de cuarenta mil millones de dólares anuales, que este Gobierno recibió en los cuatro primeros años de su lamentable período. La cifra casi no puede escribirse: ciento sesenta mil millones de dólares en cuatro años. ¿Dónde están? Se los robaron.

Vamos a marchar, porque nos quedamos sin empleos, ni posibilidades de alcanzarlos. Salvo que usted quiera que sus hijos se adiestren para hacer piruetas en los semáforos y esperar a cambio una moneda que caiga de las manos de algún generoso transeúnte, marche ahora. O calle para siempre.

Vamos a marchar, porque el Gobierno se quedó sin blanca, después de que se lo robaron todo. Y por eso viene una linda reforma tributaria, que significa meterle la mano a su desfondado bolsillo. Prepárese para más IVA y mas CREE y más impuesto a la riqueza, usted que apenas llega a ser de clase media.

Vamos a marchar, porque la plata no alcanza para comer. La inflación se disparó y el mínimo nunca fue tan mínimo como ahora. Sin que se lo expliquen, usted lo confirma cada vez que visita la tienda del barrio.

Vamos a marchar, porque las fábricas están cerrando para buscar horizontes más clementes. Y porque en cinco años no se ha instalado una sola nueva. Eso es lo que llaman la desindustrialización del país.

Vamos a marchar, porque el campo no produce sino tristezas. Dizque somos uno de los cuatro países con tierra suficiente para acudir a darle comida a un mundo que no tiene ya dónde producirla. Y no producimos la necesaria para un plato decente en nuestra mesa. Nadie invierte en una tierra que va para Reforma Agraria dirigida por Timochenko. Nadie es tan pendejo. Las cifras lo dicen todo y usted lo sabe, querido lector, sin necesidad de consultar la Revista del Banco de la República.

Vamos a marchar, porque los dólares se pusieron a precios inalcanzables y porque emprenderán muy pronto su marcha hacia las nubes. Ya trajeron los del endeudamiento feroz que contrató Juanpa en el exterior y los que llegan por la venta de ISAGEN. Téngase fino, amigo.

Vamos a marchar, porque también se robaron la platica que dieron por ISAGEN. Prometieron que sería para construir las nuevas grandes carretera del país y usted, y yo, tal vez, pasados de ingenuos, llegamos a creer. Mentiras. Pregúntele al enigmático Clemente del Valle a quien le iban a entregar esos billoncitos, y le contestará, si contesta, que no le han dado uno solo. Ni se lo darán. Esa platica también se perdió.

Vamos a marchar, porque Colombia está que arde: selvas, montañas, páramos, lindes de las carreteras, todo se quema. Y no hay aviones para extinguir incendios. Una escuadrilla completa, como la de Chile, vale cinco millones de dólares. No existen. Porque el avión de doña Tutina, la digna esposa de don Juanpa, comprado para que la dama no se moleste viajando en primera clase, costó más de veinte millones de dólares. No hay plata…….

Vamos a marchar, porque estos ladrones no dejaron con qué construir ni una cárcel. Ni una. Uribe construyó 9, para más de 30.000 reclusos. Juanpa no ha construido un calabozo. El hacinamiento carcelario es indescriptible y ya se desataron las epidemias consiguientes.

Vamos a marchar, porque es una hazaña conseguir una cita médica, con pobres médicos que no reciben un sueldo siquiera decoroso. Este hombre no ha construido un hospital. Pero sí dejó que se robaran a Saludcoop y Caprecom y Cafesalud.

Vamos a marchar, porque se nos vino encima el apagón. Uno de los países más ricos en agua, está seco. Y no hay gas para las térmicas y no hay carbón disponible, cuando de poderse nadaríamos en carbón. A pagar luz más cara. La que le den, por supuesto.
Vamos a marchar. Aquí no hay mañana. Será este sábado que nunca volverá.

 

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